Las sirenas eran unos monstruos feroces con rostro de mujer y cuerpo de ave que tenían garras y atraían irresistiblemente a los marineros con su canto.
Los marineros perdían la cabeza cuando las oían cantar y se ahogaban, pero Ulises ideó un truco.
Si no escuchaban la voz embriagadora de estas hechiceras lograrían salir de allí con vida.
Para ello taparía los oídos con cera a sus marineros y solo él podría oírlas.
Pero para que su sonido no le resultase fatal los marineros debían atarle al palo mayor y les rogó que no le obedecieran.
Una vez atado al palo mayor, cuando les suplique que me desaten,
hagan lo contrario. Aprieten las cuerdas y denlen una vuelta más.
Así atravesaremos este peligrosisimo lugar sin sufrir daños
Ulises da muestras de desasosiego. Da fuertes tirones con los brazos para desatarse. Intenta mover los pies. Está música celestial le está volviendo loco. Jadea y fortecea para desatarse de las ataduras. Con autoridad pide a sus hombres que le desaten.
Pero ellos insensibles al canto de las sirenas siguen su rumbo y logran salir de allí con vida sin desatar a Ulises.
Sofía Ramos Zugasti
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